miércoles, 14 de abril de 2010

RESPUESTAS SIN PREGUNTA

Alguna vez, en el marco de la polémica por el ingreso de menores a los boliches, los horarios de los mismos, el consumo de alcohol y otros cansadores etcéteras; un periódico local entrevistó a algunas profesionales de la salud mental -que debería ser la madre de la salud- en busca de respuestas definitivas y contundentes, que den la clave para hacer desaparecer el problema como en los cuentos de hadas (tal suele ser el reclamo de esta sociedad de niños pariendo niños). Las respuestas -sin sorpresa- no se hicieron esperar y se instalaron en torno a lo que está establecido que hay que decir en estos casos. Hubo, sin embargo, una excepción: ininteligible y desconcertante para el contexto local, esa profesional de la escucha planteó, como si tal cosa: "...hay que hacerle lugar a la pregunta".
Nadie entendió y todos criticaron. Esa no era una respuesta. Peor aún, no era la respuesta que se esperaba, de modo que ese recorte de la página fue arrojado por la borda y quedó oficialmente rechazado el desafío, por lo que nos quedamos solo con las respuestas que, para variar, no modificaron nada; aunque eran políticamente correctas.
El "mundo" no es sordo y mudo, como propone Discépolo en el tango Yira. Es sordo, no mas.

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