Brindemos, dijiste
Para celebrar la vida…
Y acaricié tu piel.
Ocurrió entonces que
Los más finos cristales
Crearon melodías originales
Vírgenes de oído humano.
Brindemos, propuse
Por los manantiales…
Y bebí de ti.
Ocurrió entonces que
Tus poros estallaron
Como burbujas de licor
En la superficie del encanto.
Brindamos, entonces
Por los abismos insondables…
Y me dejé caer.
Ocurrió entonces que
El fuego más antiguo
Nos fundió por un instante
Y la vida fue eterna una vez más.